“Romance de la Luna, Luna”
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Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
El día se va despacio
la tarde colgada al hombro
dando una larga torera
sobre el mar y los arroyos.
Las aceitunas aguardan
la noche de Capricornio,
y una corta brisa, ecuestre,
salta los montes de plomo.
Federico García Lorca: Extracto del poema
“Romance de la Luna, Luna”, 1928
3 comentarios:
el aire la vela, vela.
el aire la está velando.
Magnetismo o devoción?
Un maullido desde mi tejado, amigo.
y si un centímetro de fuerzas
rescatar(se)
del incendio ardiente,
de la ceniza negra.
Paco Sánchez.
este es uno del libro
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