miércoles, 10 de marzo de 2010

“Romance de la Luna, Luna”



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Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.

El día se va despacio
la tarde colgada al hombro
dando una larga torera
sobre el mar y los arroyos.

Las aceitunas aguardan
la noche de Capricornio,
y una corta brisa, ecuestre,
salta los montes de plomo.

Federico García Lorca: Extracto del poema
“Romance de la Luna, Luna”, 1928