martes, 20 de mayo de 2008

Sucede



7 comentarios:

po poy dijo...

sucede que la gravedad se invierte según que días, y el perro que en un plis viste en el camino en un plas está allá arriba, y uno no puede más que mirarlo como quien mira un globo de helio que se aleja, casi sin percibir que se lo mira, misteriosamente, desde tierra.

einsamezecke dijo...

llakeameno, llakeameno, palaespo, palaespo...

kepenita kepenita
keeztetanlejo keeztetanlejo.....

dani sanchis dijo...

oole

Anónimo dijo...

¡Chapó! Inspirador una vez más.

Grande. Un saludo.

Srta. M dijo...

creaciones singulares y mucho simbolismo, muy buenos trabajos

Txemacantropus dijo...

Dani. tengo el contacto que pediste,
ojo provoca insomnio.
saludos

El peaton del aire dijo...

Miriam arrugó entre sus manos el garabato ilegible que había dibujado.
Después arrepentida planchó cada arruga con sus dedos. Dobló el mensaje y lo introdujo en la botella. Antes de poner el corcho recogió las bolas de papel sobre la cubierta. El barco se estremeció y roncó la sirena. Una ráfaga de viento levantó su cabello. Ella aprovechó ese instante para lanzar su esperanza mientras veía alejarse el embarcadero. Setenta años más tarde, el telediario informaba de una extraña noticia. Unos ornitólogos habían encontrado una paloma con un mensaje atado a una pata: “Encontré tu botella pero no entiendo la letra”. La sonrisa del pasado regresó para borrar sus arrugas.